Oficina - Chuquisaca - Sucre

Defensoría del Pueblo, Niñez y Adolescencia y la Policía rescatan a 4 niños víctimas de maltrato

Defensoría del Pueblo, Niñez y Adolescencia y la Policía rescatan a 4 niños víctimas de maltrato

23 de mayo de 2020

El Delegado Defensorial Departamental de Chuquisaca, Edwin Martínez, informó que este viernes pasado, en coordinación con la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) del municipio de Sucre, y funcionarios policiales, se posibilitó el rescate de cuatro niños que se encontraban en situación de alto riesgo y que habrían sido víctimas de maltrato físico y psicológico.

Un equipo multidisciplinario de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia junto a un contingente policial y funcionarios de la Defensoría del Pueblo, llegaron hasta la zona de la rotonda de FANCESA, donde  tras un operativo, lograron rescatar a niños de diez, cuatro y dos años y un bebé de dos meses de edad, quienes vivían con su madre y abuelo en medio de un basural, en condiciones de extrema pobreza, junto a una quincena de perros y sin acceso a ningún servicio básico.

El Delegado Defensoríal, indicó que exigirá a las autoridades competentes que se cumplan con las previsiones contenidas en la Ley 548 y se sancione, de acuerdo a normativa, a los responsables de la dramática situación en la que vivían los niños, ya que por lo observado, se los habría sometido durante mucho tiempo a maltrato físico y psicológico por omisión.

Martínez, informó que, de acuerdo a las investigaciones efectuadas, las autoridades competentes tendrían conocimiento de este caso desde hace mucho tiempo, las mismas que habrían intentado otorgar alternativas para que la familia pueda mejorar sus condiciones sin embargo, la negligencia e irresponsabilidad de la madre, particularmente, impidió que los niños puedan tener una vida acorde a sus necesidades más elementales, exponiendo a los niños a las adversidades del clima y el riesgo de contraer cualquier enfermedad.

Así mismo, señaló  que el padre de los niños acudiría al basural ocasionalmente y no se cubriría en lo más mínimo las necesidades de sus descendientes. El hijo mayor de esta familia, de 12 años de edad, quien no se encontraba en el lugar, sería quien trabaja para proveer algo de alimento los vecinos del lugar ayudarían con víveres ante la desidia de los progenitores, motivo por el cual se procedió a llevarlos a un centro de acogida.