Defensores de derechos de Iberoamérica enfocan lineamientos de trabajo en la preservación de la dignidad y la vida de personas que migran

La Paz, 20 de julio de 2023.- Las y los defensores de derechos humanos de Iberoamérica enfocan lineamientos de acciones en la preservación de la dignidad y la vida de personas en situación de desplazamiento forzado o migración, aspectos que son tratados en la ‘Quinta Cumbre de Movilidad Humana y Derechos Humanos’ que el Defensor del Pueblo de Bolivia, Pedro Callisaya, lleva adelante hoy y mañana en Tiquipaya, Cochabamba. 

Se trata de defensoras, defensores, procuradores y delegaciones de los Institutos Nacionales de Derechos Humanos de 22 países que llegaron a Bolivia, a convocatoria de Callisaya en su calidad de vicepresidente de la Región Andina dentro de la Federación Iberoamericana Ombudsperson (FIO). Dicho evento concluirá en recomendaciones para mejorar las acciones defensoriales en los diferentes países miembros.

“Se tiene como fin que las y los diferentes defensores del pueblo puedan intercambiar la acción y buenas prácticas para que podamos asumir frente a nuestros Estados, acciones más contundentes para poder preservar la dignidad y la vida de aquellas personas que migran. Indiscutiblemente nadie quisiera irse de su país, pero la migración es una realidad que impacta a unos pueblos más que otros y cada uno tiene sus características”, dijo el presidente de la FIO, Pablo Ulloa, en la inauguración del evento.

Explicó que Latinoamérica ha requerido mayor esfuerzo en la distribución de su riqueza y la generación de mayor igualdad, mayor equidad, una justicia social real y la búsqueda de mejores oportunidades, aspectos que obligan la migración de las personas hacia diferentes países.

“Nosotros, como naciones, no hemos podido brindarles (oportunidades) dentro de los países y salen a buscar otras oportunidades que muchas veces, muy probablemente es de manera ilegal o irregular, y ahí está el riesgo”, enfatizó.

En ese sentido recordó que, los defensores del pueblo deben tener un criterio claro sobre qué es la dignidad de los seres humanos que transitan por el desplazamiento forzado.