Defensoría del Pueblo evidencia que persisten deficiencias en el Hospital de San Borja, demanda medidas urgentes

La Defensoría del Pueblo demandó medidas urgentes para mejorar el servicio del hospital José Eduardo Olmos de San Borja, Beni, luego de realizar una verificación en esas instalaciones en las que encontró varias limitaciones como, por ejemplo, que sólo uno de los dos quirófanos funciona o que la sala de aislamiento para infectados con COVID-19 no reúne las mínimas condiciones de infraestructura ni de bioseguridad. 

“Estamos muy preocupados porque, si bien, hubieron algunas refacciones e incorporaciones tanto en equipamiento como en infraestructura, éstas todavía son insuficientes y persisten algunas deficiencias encontradas en una anterior verificación”, señaló la Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, después de realizar un recorrido por ese nosocomio el pasado viernes.

En gestiones pasadas, la Defensoría de Pueblo emitió alertas y presentó informes con recomendaciones sobre las limitaciones del Hospital de San Borja, en la visita realizada este fin de semana se corroboró que muchas de ellas no fueron subsanadas por las autoridades. 

“Son necesarias medidas urgentes para mejorar el servicio del hospital, como realizar algunas adecuaciones en los ventiladores, mejoras en las instalaciones eléctricas, la adquisición de repuestos urgentes, como las lámparas de las salas de quirófanos, entre otras”, demandó la Defensora.

Durante la inspección al centro hospitalario se identificó varias deficiencias, entre ellas que solo funciona uno de los dos quirófanos y sin reunir todas las condiciones necesarias para ese servicio; que las salas de aislamiento no son cerradas como establecen las normas, pues tienen ventanas y actualmente están con hormigas. 

Se observó que la unidad de neonatología no está aislada y carece de equipamiento y de insumos. La sala de aislamiento de COVID-19 no cuenta con condiciones dignas para las personas que puedan necesitarla, y en este momento no está preparada para recibir a una persona, pues no tiene ni siquiera un colchón ni medidas de salubridad.

La sala de emergencias presenta gran cantidad de goteras y moho, y carece de equipamiento e instrumentos de trabajo. El personal de salud sigue en una situación de desprotección e inseguridad, porque no cuenta ni con instrumental de trabajo ni con medidas de bioseguridad, ahora que el país atraviesa la tercera ola del COVID-19.

En general, los techos del hospital presentan goteras, moho y deterioro, debido a la humedad. En algunas salas, el equipamiento está inutilizable, pues está envejecido y en mal estado, y en los pasillos se ven, por ejemplo, camillas abandonadas a la intemperie. 

La Defensora anunció que presentará un informe sobre estas carencias, tanto al Concejo Municipal de San Borja, al Servicio Departamental de Salud (Sedes) como al Ministerio de Salud; y exhortó a la Asamblea Legislativa Plurinacional a que realice acciones de fiscalización en este establecimiento para mejorar sus condiciones de atención. 

Cruz anunció también que solicitará información al Concejo Municipal sobre el proyecto de 2019 de construir un hospital de segundo nivel para San Borja, pues advirtió que existe la necesidad de implementarlo. 

“Creemos firmemente que el derecho a la salud de las personas debe ser priorizado por las autoridades. En este caso, le corresponde al Concejo Municipal generar medidas urgentes para atender las necesidades del hospital”, subrayó la autoridad defensorial.

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