Defensoría del Pueblo invoca a los grupos movilizados a acudir al diálogo ante la gravedad del conflicto*
08 de Agosto de 2020 01:18 pm
La Defensoría del Pueblo, ante la situación actual que vive el país tras seis días de bloqueo nacional de caminos y el diálogo fallido entre la Central Obrera Boliviana, el Pacto de Unidad y el Tribunal Supremo Electoral, el pasado miércoles 5 de agosto, y los recientes enfrentamientos sucedidos entre bolivianos en las localidades de del Departamento de Santa Cruz, convoca a las partes en conflicto a priorizar el diálogo para alcanzar una salida y un acuerdo respecto a la fecha de las elecciones nacionales. (Foto: La Razón)
La Institución Defensorial exhorta a las organizaciones y sectores
sociales movilizados a acudir al diálogo con el Tribunal Supremo Electoral y
los otros actores sociales, para solucionar las diversas posiciones respecto a
la fecha de las elecciones nacionales, con el fin de evitar una escalada de
hechos de violencia, y promover el respeto a los derechos y garantías
constitucionales, garantizando un proceso electoral democrático, pacífico con
alta participación para asegurar el ejercicio de los derechos civiles y
políticos de todas y todos los bolivianos.
Observa que el actual conflicto se agrava, que la violencia y
enfrentamientos van en aumento, por ello exhorta, nuevamente, a los grupos
movilizados a respetar los derechos humanos, a garantizar la libre transitabilidad
de ambulancias y vehículos con oxígeno medicinal u otros insumos médicos para
evitar afectar el suministro de estos materiales necesarios para quienes se
encuentran en centros hospitalarios recibiendo atención médica.
La Defensoría del Pueblo pide a los actores movilizarse en el marco
del derecho a la protesta pacífica de la población, garantizado por la
Constitución Política del Estado, a fin de evitar la difusión de información
que no se ajusta a la realidad y que puede deslegitimar sus demandas.
Finalmente, rechaza
categóricamente todo tipo de confrontaciones, agresiones y hechos de violencia
contra la integridad física de las personas y de la propiedad pública y
privada, así como el uso innecesario de la fuerza pública y de agentes
químicos.