DEFENSORÍA DEL PUEBLO PROMUEVE “LIBROS POR REJAS” PARA INCIDIR EN LA DISMINUCIÓN DEL HACINAMIENTO EN PENALES DE TRINIDAD Y RIBERALTA

Los centros penitenciarios Mocoví y el Centro de Rehabilitación “Mujeres” en Trinidad y la Carceleta Pública de Riberalta, se sumaron al programa “Libros por Rejas” que promueve la Defensoría del Pueblo y que busca, a través de la lectura, fortalecer los procesos de reinserción y readaptación y permita a las y los privados de libertad a beneficiarse con la condonación de sus penas y de esa manera, incidir en la disminución de los niveles de hacinamiento carcelario.

La Defensora de Pueblo, Nadia Cruz, la mañana de este jueves en un acto realizado en Mocoví, presentó el programa y entregó al representante de los internos un lote de libros donado por el Centro de Investigaciones Sociales de la Vicepresidencia del Estado (CIS). En horas de la tarde, se programó su visita al recinto de Riberalta para realizar similar entrega; en tanto la Delegada Defensorial de Beni, Yolanda Melgar, fue la encargada de entregar el material bibliográfico en el centro penitenciario de mujeres.

El penal de varones de Trinidad presenta un alto nivel de hacinamiento, ya que tiene una capacidad para 150 internos, sin embargo en él se encuentran 610 personas privadas de libertad, de las cuales el 65% está con detención preventiva y sólo un 35% tiene una sentencia. Similar situación enfrenta el recinto de Riberalta que tiene una capacidad para 80 personas y alberga a 260 personas privadas de libertad, de las cuales 16 son mujeres, 50% de ellas con sentencia. En el caso de varones un promedio del 30% tiene sentencia y un 70% son detenidos preventivos.

Los delitos más recurrentes en el penal de Mocoví son los vinculados al hurto y robo agravado, seguidos por los de la Ley 1008 y violación sexual; en tanto que en el Centro de Rehabilitación para mujeres, la mayoría por los delitos son relacionados al tráfico de sustancias controladas. 

La Defensora manifestó que este programa piloto se lo irá implementando en el resto de los centros penitenciarios del país con el objetivo de que pueda convertirse en una medida alternativa para la redención de penas, a partir de cambios que puedan hacerse en la Ley de Ejecución Penal.

El penal de San Pedro y el Centro de Orientación Femenina Miraflores en La Paz, fueron los primeros recintos, desde el 18 de septiembre pasado, en implementar este programa que se lo trabajó desde hace cuatro meses a partir de una experiencia exitosa que se desarrolló en Brasil, que fue compartida por la Defensa Pública de este país entidad con la que se tiene un convenio interinstitucional.

Datos del informe defensorial, “Volcar las miradas a las cárceles”, presentado en febrero de este año, evidencia que, según información oficial de la Dirección General de Régimen Penitenciario, hasta mayo de 2018, el porcentaje de hacinamiento a nivel nacional alcanzó a un 225%.