INTERNOS DE MORROS BLANCOS SE SUMAN AL PROYECTO “LIBROS POR REJAS” QUE PROMUEVE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO PARA INCIDIR EN LA REINSERCIÓN SOCIAL

Privados de libertad del penal de Morros Blancos recibieron de manos de la Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, la certificación de haber participado en el programa de lectura “Libros por Rejas”, y logrado acceder a 30 horas de cómputo de su pena, lo cual podrá ser solicitado a los jueces de Ejecución Penal, previa presentación del certificado.

La Defensora informó que de los internos que participaron en el programa de lectura, cinco fueron los beneficiados tras una evaluación que hizo una comisión conformada por personal de la Dirección de Régimen Penitenciario y de la institución defensorial. Los libros a los que accedieron los privados de libertad fueron donados por la Vicepresidencia del Estado. En la oportunidad, la Autoridad entregó un stock de libros para el fortalecimiento de la biblioteca del recinto penitenciario.

“La implementación de “Libros por Rejas” en Morros Blancos busca dar continuidad al programa que comenzó la pasada gestión con el objetivo de plantear una alternativa para la redención de penas en el marco de la modificación normativa de ejecución penal, y que hasta diciembre del año pasado benefició a 179 personas privadas de libertad en nueve recintos penitenciarios del país. La redención de penas a través de la lectura de libros es una medida acertada para reducir el hacinamiento de los centros penitenciarios del país”, remarcó la Defensora.

El penal de Morros Blancos tiene una capacidad para 200 internos, sin embargo, según datos proporcionados por la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario, a febrero de este existen 618 internos, 585 varones y 33 mujeres,  de los cuales 408 tienen sentencia, 243 son detenidos preventivos y 33 apremiados, lo que significa que existe una sobrepoblación del 209%.

La Defensora, por otro lado, destacó que la propuesta “Libros por Rejas” es una medida que busca aportar en readaptación social, considerando que contribuye en la mejora de la autoestima, autonomía, reflexión crítica, además de buscar el desarrollo de actitudes responsables, habilidades de empatizar y toma de decisiones acertadas, aspectos que facilitan  que la persona privada de libertad retorne a la convivencia en sociedad en el marco del respeto de la ley.

Cruz  observó que en Morros Blancos los procesos de reinserción social no son implementados, pues si bien en el pabellón de varones cuentan con programas de educación a través del Centro de Educación Alternativa, donde se les facilita talleres en carpintería, sastrería y cerámica, en el pabellón de mujeres no se tiene un ambiente destinado a capacitación, lo que supone la carencia de formación educativa, técnica y humanística.