PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA SITUACIÓN DE CONFLICTIVIDAD EN EL PAÍS

La Defensoría del Pueblo manifiesta su solidaridad y condolencia a las familias de los compatriotas fallecidos durante esta jornada y remarca que estas muertes no pueden ser utilizadas como bandera política por nadie.

Como Institución Nacional de Derechos Humanos consideramos que se ha cruzado una línea muy peligrosa con la escalada de violencia en la conflictividad. La intransigencia y la falta de voluntad política de los actores para resolver la crisis que atraviesa el país, provoca violencia y luto en la familia boliviana. En reiteradas oportunidades, esta institución defensorial lo advirtió al Gobierno y a los actores políticos, quienes hicieron oídos sordos al clamor de la población.

En este punto de inflexión, consideramos que aún estamos a tiempo de reconducir esta situación y evitar más daños a la población boliviana. Urge un cuarto intermedio en las movilizaciones para efectivizar acciones humanitarias en favor de todas las personas que están siendo afectadas.

Exigimos a los órganos del Estado y a todos los actores políticos que vayan a participar de los espacios de diálogo convocados, a que lleguen a acuerdos concretos que aseguren: 1) las elecciones generales el 17 de agosto de forma íntegra, transparente y competitiva; 2) que den respuestas claras a la crisis económica, que garantice la alimentación y salud de la población y, 3) por, sobre todo, garantizar el respeto a los derechos humanos de toda la población boliviana.

Se insta a cesar la violencia; las bolivianas y bolivianos queremos la seguridad de tener alimento en nuestras mesas, queremos preservar nuestra vida y recuperar nuestra convivencia pacífica.

Como Defensoría del Pueblo seguiremos cumpliendo con nuestro rol constitucional en estos momentos tan difíciles para nuestro pueblo boliviano.

La Paz, 11 de junio de 2025.